Se trata de la tercera decisión desfavorable a "Les Bleus" decretada por el dispositivo de Árbitros Asistentes de Vídeo (conocido como VAR), pues en otro amistoso disputado hace dos meses y medio ante España este sistema anuló un gol del francés Antoine Griezmann y validó otro del español Gerard Deulofeu.
"He visto el penalti y la tarjeta roja. Me han parecido decisiones demasiado severas", dijo el seleccionador galo, Didier Deschamps, en declaraciones publicadas hoy en la prensa francesa.
En el 47, el medio del Tottenham Dele Alli cayó dentro del área, aparentemente trastabillado por Varane, cuando encaraba a su colega de club, el meta francés Hugo Lloris.
El árbitro italiano Davide Massa pitó inmediatamente penalti, pero también pidió la asistencia del VAR, que le llevó a expulsar al defensa del Real Madrid, al considerar que era el último hombre de la defensa.
Así, Varane, de 24 años, pasó a los anales de la selección por dos motivos: por la interferencia del videoarbitraje y por ser el primer internacional francés expulsado en un amistoso desde 1996, cuando el central Frank Leboeuf fue mandado a la caseta ante México.
La decisión de la asistencia electrónica acabó por no tener impacto en el marcador, ya que, a pesar de que Harry Kane puso el 2-2 gracias al penalti cometido por Varane, Ousmane Dembélé dio la victoria a Francia en el minuto 78.
En el otro antecedente del VAR, Francia salió peor parada. Sucedió el 28 de marzo también en Saint Denis (afueras de París), donde los de Deschamps se vieron privados de un gol de Griezmann cuando el partido estaba 0-0 por un fuera de juego detectado solo por la asistencia electrónica y no por los colegiados.
Ya con un 0-1 desfavorable, el VAR validó el definitivo 0-2 para España, marcado por Deulofeu, pero que había sido anulado en un primer momento por el árbitro alemán Felix Zwayer.
Entonces, Deschamps acató lo sucedido y consideró que el vídeo árbitro era "una evolución" a la que había que adaptarse.
El videoarbitraje, ya usado en Francia en los partidos de promoción de ascenso, está en vías de aplicarse en el Mundial de Rusia de 2018, tal y como desea el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino.