El Istanbul Basaksehir ha vivido una caída libre en Turquía. Se hizo con el título de la Superliga el pasado curso y esta temporada debutó en Champions, pero el golpe de realidad ha sido duro. Este curso, lucha por evitar el descenso.
Ante el Erzurumspor, tenía una auténtica 'final' para salir del pozo. Llegaba al partido en zona roja y con los mismos puntos que su rival. Y el comienzo no pudo ser peor.
En el 5', Bassan clavó una falta directa por encima de la barrera para adelantar a los locales. Y en el 18', Epureanu era expulsado con roja directa. El Basaksehir, con diez y por debajo en el marcador.
Sin embargo y contra todo pronóstico, los visitantes acabarían riendo. Chadli transformó un penalti más que tonto por mano en el 58' y Gulbrandsen desató la locura en el banquillo del Istanbul con el 1-2 al contragolpe en el 84'. Su celebración, con doble mortal incluido, reflejó el éxtasis de todo el equipo.
Con el triunfo, el Basaksehir sale del descenso y se coloca decimoquinto con 40 puntos, a tres del pozo. Los locales, con esas mismas unidades, está a uno de salir de los puestos de cola.