El equipo de Javi Calleja recibió cuatro goles con el Granada en casa y dos en Valencia con el Levante, lo que supone una media de tres goles en contra, lo que hace que sea el segundo peor registro de la historia.
Cabe destacar que solo en la temporada 11-12, la que se descendió por última vez de categoría, el equipo había recibido siete tantos en esas dos primeras jornadas, ya que cayó derrotado por 5-0 frente al Barcelona en el Camp Nou, y empató a dos goles con el Sevilla en el Estadio de la Cerámica.
La media histórica de goles recibidos por el Villarreal en las dos primeras jornadas viene a ser de tres goles, lo que supone una media de 1,5 goles por partido, es decir, esta temporada ha comenzado por encima de la media.
Sin embargo, en el presente curso el equipo castellonense ha visto como la mitad de esos seis goles han llegado desde el punto de penalti, una circunstancia poco habitual.
De hecho, nunca al equipo de la Plana le habían pitando tres penas máximas en las dos primeras jornadas del campeonato, ya que la temporada en la que menos jornadas tardaron en señalarles tres penas máximas fue en la temporada 98-99, en la que fueron necesarias diez jornadas para alcanzarlas.