Después de salir victorioso en cuatro ediciones consecutivas, el Partizan le cedió el trono de la Copa Serbia al Vojvodina (4-2).
Los máximos favoritos empezaron perdiendo 2-0 merced a los tantos de Vukadinovic y Bojic. Sin embargo, los de Belgrado igualaron el choque y lo hicieron en diez minutos de infarto.
Stevanovic y Pavlovic forzaron los penaltis y ahí la suerte estuvo al lado del Vojvodina, que doblegó al campeón por 4-2.
Djordjevic fue el encargado de anotar la pena máxima definitiva tras los fallos previos de Vitas y Zdjelar.