Jesús Navas era aquel joven de 25 años que corría la banda del estadio Soccer City en Sudáfrica, pero también es aquel veterano que alcanzó los 34 km/h en su último partido en Barcelona. Ocho años han pasado entre una imagen y otra.
Teniendo en cuenta esos datos, no es de extrañar que Machín haya confiado en el sevillano para ser el encargado de ocupar la autopista diestra de Nervión. Ocupar, porque a sus casi 34 años Jesús Navas parece tener el don de la ubicuidad.
"Me encuentro como si volviera a empezar", declaró el rojiblanco, y no es para menos. Dice correr "entre once y doce kilómetros por partido" y su presencia en ataque calca la de otro jugador que dejó buen sabor en las gradas del Pizjuán años atrás: el siempre controvertido brasileño Dani Alves.
Son ganas y actitud las que muestra el capitán del Sevilla siempre que salta al césped, siempre en busca de reivindicar su vuelta a la capital de Andalucía donde algunos dijeron volvía a retirarse. Ahora volver a la Selección no parece algo alocado.
En la última muestra de comprosimo del club que le vio nacer, Pepe Castro decidió ponerle su nombre al estadio de la Ciudad Deportiva del conjunto rojiblanco.