Los futbolistas del West Ham salieron por la noche para hacer piña por el oeste de Londres y prolongaron hasta las primeras horas de la mañana la fiesta, acabando en un McDonalds a las 7 de la mañana.
Particularmente dolorosa para los aficionados 'hammers' ha sido la presencia de un Andy Carroll que aguantó hasta el final pese a llevar lesionado desde mediados de agosto.
Los seguidores del West Ham se preguntan por qué no puede jugar y en cambio sí que está de fiesta hasta altas horas de la madrugada.
Y, mientras, el nuevo equipo de Arbeloa, que estuvo en el inicio de la fiesta, sigue en puestos de descenso en la Premier League. Malos augurios para un conjunto que cada vez recuerda más al Aston Villa de la 2015-16.
West Ham players grab 7am McDonalds after champagne fuelled bender after latest thrashing https://t.co/glo4SNLJz5 pic.twitter.com/BmqysQ0uJm
— The Sun Football ⚽ (@TheSunFootball) 28 de septiembre de 2016