El jugador del 'Millonario' recibió un centro desde la banda izquierda, lo controló, se la acomodó con tranquilidad y soltó un zurdazo ante el que nada pudo hacer Sánchez, portero de Atlético Tucumán.
Nacho Fernández tuvo la sangre fría necesaria para esperar el momento justo para disparar. Aunque amagó con realizar una volea antes de controlar la pelota, pensó mejor y le salió bien.