Un empate es una condena en una competición tan larga como la de plata. Las prisas por huir de la quema quedan patentes en partidos como el vivido en el Martínez Valero. Ambos siguen siendo pobres tras el 1-1.
Se las prometían felices los franjiverdes después del tanto de Nino pasada la media hora. El veterano goleador aprovechó, dentro del área, la acción por banda de Alexander González, quien le hizo de asistente.
Sin embargo, cuando se celebraba el triunfo por la mínima al descanso, Diamanka sirvió un jarro de agua fría. Con algo de suspense, su remate tras la falta botada por Escassi terminó entrando a las redes.
Eso sí, fue más la falta de puntería que de ahínco la que determinó que no hubiera más tantos. Hasta tres buenas ocasiones por cada bando se repartieron, pero no hubo manera de batir a Édgar y Juan Carlos.
El Elche queda peor parado, momentáneamente con cuatro puntos de ventaja sobre el descenso, por los seis que manejan los sorianos.
Ninguno termina de enderezar la nave rumbo a la salvación.