El choque comenzó con Puebla mostrando en escasos minutos lo que sería un resumen del partido: el cuadro local presionando y buscando el gol y Chivas agazapado en su campo.
Sin embargo, el equipo de Guadalajara golpearía primero por mediación de Alanís, que transformaba con contundencia un penalti cometido sobre López.
El gol espoleó algo a Chivas, que incluso pareció animarse a buscar el 0-2, pero nada más lejos de la realidad.
Y es que Puebla, pese al golpe, siguió dominando y se puso manos a la obra para lograr un empate que se hizo de rogar.
El mismo llegó en el minuto 44 por mediación de Angulo, que aprovechó una jugada embarullada para poner el 1-1.
Tras al reanudación la tónica del encuentro no cambio y el conjunto local siguió apretando en busca del triunfo.
Sin embargo, pese a que Puebla quería asumir el protagonismo, este fue a parar a manos del árbitro y del VAR.
Y es que la segunda parte estuvo llena de amarillas, interrupciones y polémicas de todo tipo.
La primera llegó en el 60', con un gol de Cavallini que, tras consultar el VAR, el colegiado anuló, mostrándole además la roja al delantero por una entrada al principio de la jugada.
Más tarde, en mitad de un aluvión de cartulinas, Ponce veía su segunda amarilla y se iba a las calle en el 72', equilibrando la balanza.
Por último, en el 76', el colegiado le mostró tarjeta amarilla a Tabó por, presuntamente, simular un penalti. Sin embargo, tras consultar con el VAR, le quitó la amonestación al atacante, pero sin decretar pena máxima.
Entre líos y amarillas se fue consumiendo el duelo, con Chivas capeando el temporal como bien podía y firmando un empate a uno que dejó al 'Rebaño Sagrado' más que contento y con cara de circunstancias a Puebla.