Los errores marcaron la primera mitad. Tras 20 minutos de un encuentro muy disputado, la falta de intensidad de la zaga local en una acción propició que Borja García mandara la pelota al fondo de las mallas. Poco después, aprovechó un robo de Stuani a Eguaras -que se durmió- para recibir la bola y que firmara su doblete.
Luego fue el turno de Luis Suárez, que le quitó la pelota de los pies a Juan Carlos. El portero había recibido un pase en corto y no se deshizo del esférico rápido, así que llegó el delantero para poner el pie y mandarlo a la red con el mismo toque con el que sorprendió a su rival.
Los maños se vinieron arriba con la diana de su atacante y no dejaron de presionar por el empate hasta que el colegiado pitara el descanso. El Girona se echó atrás para contener el ímpetu de su contrincante. El que más se acercó a marcar fue el propio Luis Suárez con un zapatazo desde lejos.
Al poco de comenzar el segundo acto, Puado se sacó un taconazo de la nada gracias a un pase lateral de Soro para batir a Juan Carlos. Mandó la bola, rasa, al segundo palo de la portería, haciendo imposible la estirada del guardameta. El tanto volvió a darle un subidón de moral a su escuadra.
Lo que siguió al gol fue un dominio total del Real Zaragoza, que no dejó de asediar el área rival para tratar de remachar la remontada delante de su afición. Los catalanes se terminaron por centrar en la defensa, aunque también buscaron hacer daño a la contra cuando tenían la oportunidad.
Todo se volvió una locura en los últimos 12 minutos del partido. Entró en escena el VAR para recomendar al colegiado que revisara un posible penalti por mano para los locales, y lo fue. Y lo metió Luis Suárez. Pasó exactamente lo mismo unos minutos más tarde. Hubo VAR por posible penalti. Y lo fue. Y lo metió Stuani.
El 3-3 final dibujó un empate a casi todo. A goles -obviamente-, a penaltis, a errores -ambos cuadros cometieron fallos en los tantos-, al VAR -dos veces avisaron al colegiado-, a revisiones en el monitor -fue dos veces el 'trencilla'- y, en definitiva, a puntos conseguidos en el encuentro.