Los primeros compases del juego tuvieron nombre propio: Luca. El guardameta desbarató la ocasión más clara de los locales al cuarto de hora de comenzar la contienda parando un penalti que botó Álvaro Rey. La mano que puso para desviar la bola fue espectacular y sirvió para inyectarle moral a los suyos.
El impulso sirvió para que los santanderinos protagonizaran unas cuantas ocasiones que acabaron bien fuera por imprecisión o bien en las manos de Limones. Brilló una estirada con la que interceptó un tiro raso de Lombardo. Poco a poco, los 'jabatos' mejoraron y Marcos André heló el campo con un testarazo al palo.
Conforme se acercaba el descanso, los de casa mejoraban y se acercaban más al gol. La más peligrosa para ponerse por delante la tuvo Guridi, que remató un pase lateral botando llegando desde atrás. Luca apareció de nuevo con una parada menos espectacular que la de la pena máxima, pero igual de importante.
Se notó la charla de Parralo en el descanso, pues los suyos se hicieron con el control de la contienda y comenzaron a azotar el área contraria. Lo evidenció Sergio Ruiz con un cabezazo a media altura gracias a un centro lateral que se fue por poco de entre los tres palos de Anduva.
Contestó el Mirandés con varias llegadas y sus contrincantes hicieron lo propio. Desde el inicio del choque, los conjuntos se fueron turnando el control del partido, pero, entre las buenas intervenciones de Luca y Limones y los tiros fallados, el 0-0 se mantenía vigente en el luminoso.
No cambió la tónica en el tramo final, en el que los guardametas siguieron rechazando la mayor parte de llegadas y ambos cuadros se esforzaron en superarse mutuamente. Acabó en tragicomedia el duelo: Figueras tuvo una clara para marcar, pero el esférico golpeó en Tresaco, canterano, y salió fuera por poco.