El Atalanta se estrenó en la Champions League y rascó un empate ante el Manchester City de Guardiola en un partido de chispazos, que cobró interés en el final de cada una de las partes.
Los ingleses acabaron pidiendo la hora y firmando el empate después de quedarse con uno menos por la expulsión de Claudio Bravo, que había sustituido a Ederson en el descanso. Kyle Walker acabó el partido de portero.
El Manchester City sumó su primera no victoria en la presente Champions League y lo hizo en un partido con dos partes bien diferenciadas. Los 'citizen' estuvieron mucho mejor en la primera, pero no fueron el equipo dominador de siempre en la segunda y lo acabaron pagando.
Con todo, el Atalanta fue el que amagó primero. Hateboer envió un balón franco al lateral de la red y los de Gasperini comenzaban avisando de que querían sumar su primer triunfo de la historia en la Champions League.
Pero es complicado poder lograr semejante empresa con un equipo que sufre tanto atrás. Los de Bérgamo dieron numerosas facilidades en defensa y así no iba a tardar en llegar el 0-1. Combinó Bernardo Silva con Gabriel Jesus y el brasileño le dejó de tacón el balón a Sterling para que batiera a Gollini.
El 0-1 marcó el desarrollo de la primera parte. El Atalanta se llenó de imprecisiones y el Manchester City daba mucha sensación de peligro, aunque no era el equipo abusón que acostumbra.
El VAR, protagonista
Sin cerrar el resultado, y con Gollini protagonista ante Mahrez, el partido amagó con entregarse a la locura en los últimos compases del primer acto. Sterling cayó ante un agarrón de Toloi y Kulbakov pitó penalti. Pero le llamaron de arriba y le dijeron que la falta había sido fuera.
Entre las protestas del City, llegó el lanzamiento del golpe franco de Sterling. Y el chut del inglés dio en la mano de Ilicic. El colegiado no lo vio, así que le tuvieron que llamar de nuevo al orden. Se acercó a la banda, revisó la jugada y esta vez sí que pitó penalti. Pero claro, la película no tenía un guion normal y Gabriel Jesus lo falló inexplicablemente.
Tras el paso por los vestuarios, los de Pep aparecieron sin Ederson y con Bravo. Un cambio por molestias que hubiera quedado en anécdota, pero que marcó el desarrollo del choque. El chileno vio la roja en los últimos diez minutos... y Guardiola se quedó sin porteros. Así que Kyle Walker tuvo que entrar desde el banquillo con los guantes puestos.
Para entonces, el choque ya estaba 1-1 después de la notable mejora del Atalanta tras la reanudación. 'Papu' sirvió para el cabezazo inapelable de Pasalic, que en aquel momento solo metía en el partido a los de Gasperini y que acabó siendo suficiente para sumar un punto.
Sin ocasiones se consumió la segunda mitad hasta la roja al meta chileno. Quedaba mucho tiempo, incluso siete minutos de añadido, pero el Atalanta apenas probó al improvisado meta. Llegó con la lengua fuera y terminó por dar por bueno un punto que al City también le pareció aceptable. Unos se estrenan, otros quedan casi clasificados.