El Hamburgo sigue con su travesía por el desierto. El Chemnitzer se le subió a las barbas y le hizo ir todo el partido, prórroga incluida, a remolque.
Jugaba sin prisa el Hamburgo. El primer tiempo pasó perezoso, sin problemas, sin excesivas ocasiones de peligro. El Hamburgo pudo haber marcado, pero también el Chemnitzer, y, sin embargo, el marcador no se movió.
Pero al poco de comenzar el segundo, en el 57', Bozic, de penalti, adelantó al modesto (y algo polémico) Chemnitzer. El Hamburgo se había metido en problemas por no resolver por la vía rápida un partido que debería haber dominado de principio a fin.
Hinterseer, en el 62', igualó la contienda, pero el alivio duró poco. Langer, seis minutos más tarde, volvía a poner al Chemnitzer en la senda del triunfo.
Kittel, uno de los más activos del Hamburgo, fue el autor del 2-2 que a la postre resultó definitivo, a quince del final. El partido se fue a la prórroga y luego a los penaltis.
Chemnitzer y Hamburgo, agotados, se lo jugaron todo a la carta de las penas máximas, y ahí el modesto club de la Alemania Oriental se ahogó.
Narey le puso el triunfo en bandeja a los de Chemnitz, pero acto seguido Schoppenhauer falló su penalti. Wintzheimer anotó el suyo y la tanda se igualó a tres aciertos. Tallig y Jairo también marcaron, por lo que los lanzamientos entraron en la fase de muerte súbita.
Itter y Van Drongelen marcaron, pero Reddemann, en el séptimo lanzamiento del Chemitzer, falló su penalti. Adrian Fein agarró la pelota y mandó al Hamburgo a la segunda ronda de la DFB Pokal.