Tras el empate sin goles entre el Melbourne Victory y el Brisbane Roar, los jugadores locales se acercaron a saludar a los aficionados. Uno de ellos hizo el gesto de saludar a Daniel Georgievski, futbolista del equipo local, pero luego apartó la mano.
El aficionado era del Brisbane Roar, de ahí el gesto. El jugador australiano reprochó su acción al aficionado e incluso llegó a empujarle, aunque sus compañeros lo separaron para evitar que el asunto fuese a mayores.