Dos revanchas, o tres con la eliminación en los cuartos de final de esa competición en el curso 2014-15, con el gol decisivo del mexicano Javier 'Chicharito' Hernández en el minuto 88 de la vuelta, concentradas ahora en una eliminatoria, las semifinales que medirán al Atlético con el que rival que le privó de dos Copas de Europa.
La primera, en 2014, en Lisboa y en la prórroga; la segunda, en 2016, hace menos de un año, en Milán, en el estadio de San Siro y en la tanda de penaltis. Las dos dolorosas, la primera cruel porque era suya hasta el minuto 93, hasta un testarazo de Sergio Ramos, y la segunda un golpetazo enorme, que puso en duda hasta el futuro.
"¿Qué le digo a la gente? Que la única manera de seguir insistiendo es trabajando. Es un momento para pensar de parte mía. Y en este momento estoy (...)" ¿Se plantea su continuidad? "Me estoy planteando pensar, nada más que eso" (...) ¿Qué significa ese tiempo para pensar? "Me están preguntando que es lo que pienso y le contesto lo que me sale y en realidad me viene esta sensación".
Las frases de Simeone nada más perder la final de San Siro, abatido por una derrota sin consuelo ninguno, con el llanto de los jugadores y los aficionados cuando ya no hubo opción, cuando Cristiano Ronaldo marcó el penalti definitivo -antes había fallado su lanzamiento Juanfran Torres-, hicieron temblar todo un proyecto que había coleccionado cinco títulos en los cuatro años anteriores.
Era la noche, ya madrugada, del 28 de mayo en la carpa instalada como sala de prensa a las afueras del mítico estadio de Milán. Hubo semanas de dudas, incluso una parte de la afición se concentró para pedir su continuidad enfrente del Vicente Calderón, hasta el 14 de junio. Una foto zanjó todo: Simeone, Gil Marín y Andrea Berta, juntos. En la instantánea, una reunión de trabajo en Buenos Aires.
"La derrota de la 'Champions' para mí fue como una muerte y toda muerte necesita un tiempo de duelo", explicó más adelante, ya transcurridas las primeras tres semanas de la pretemporada con el conjunto rojiblanco, al frente del equipo por sexto año seguido, pero a la vez con una reducción de contrato: de 2020 a 2018.
Aquella final sigue en la memoria. El técnico ha retrocedido a entonces para hablar de la temporada complicada que ha afrontado su equipo en esta campaña. Por ejemplo, hace una semana: "Siempre hemos dicho que este año ha sido el más difícil, el más duro, por un montón de situaciones que se fueron dando del final de la temporada pasada hasta este inicio, más lesiones que nos han acompañado".
La dimensión de la final perdida en San Siro, por ser la segunda en apenas dos años, ha sido si cabe más grande que en Lisboa en 2014. Allí se presentó en el duelo decisivo por la Copa de Europa 40 años después de la anterior vez que el club pisó esa instancia, en 1974, allí rozó la gloria y allí acabó derrotado por unos segundos.
En el minuto 93, el cabezazo de Sergio Ramos dio el empate al Real Madrid y provocó una prórroga que tuvo un dueño de principio a fin: el conjunto blanco contra un Atlético exhausto, lesionados algunos de sus jugadores y sin fuerzas ya en las piernas otros. El resultado fue un 4-1, una losa para un equipo que se sintió campeón.
Entre una y otra, el Atlético también fue eliminado en la Liga de Campeones por el Real Madrid en la temporada 2014-15, en los cuartos de final, con un 0-0 en la ida y un 1-0 en la vuelta, en el minuto 88; una derrota diferente, también traumática, aunque en menor medida que las finales de las que desde este martes busca revancha.