Con suma tranquilidad y esmero, el filial blanco fue tejiendo desde el saque de portería una jugada que ganaba vértigo línea por línea hasta acabar al fondo de las mallas de New York Red Bull.
A pesar de no lograr la victoria, el Real Madrid exhibió la filosofía que se trabaja en La Fábrica, mimando el balón en una clara apuesta por el fútbol asociativo.
En un alarde de paciencia, el conjunto blanco desnudó a su rival hasta sacudirle con un latigazo imparable para abrir el marcador.
9 de junio de 2018