Según informó 'AS', la acción sucedió en un balón dividido durante un partidillo preparando el duelo del próximo fin de semana ante el Eibar.
Los dos futbolistas tuvieron que ser separados por sus compañeros tras el enganchón. Una vez se calmó la situación, Jagoba Arrasate les mandó a los vestuarios a los dos antes de tiempo.
Al finalizar la sesión ambos se pidieron perdón mutuamente en redes sociales: "Con mi rubio está todo perfecto, quien nos conoce sabe lo que hay", publicó el defensor.
Por su parte, el atacante subió una fotografía tratando de rebajar la tensión. "Con mi hermanito todo bien", añadió.
21 de agosto de 2019