Bélgica demostró ser la Selección en mejor forma de todo el continente europeo. Nueve victorias de nueve posibles, 27 puntos de 27 y la primera posición amarrada del grupo.
Los de Roberto Martínez tuvieron paciencia para armar el ataque y se apoyaron en una de las familias más talentosas del fútbol actual. Y es que entre Thorgan y Eden Hazard cocinaron la victoria.
Pese a las primeras ocasiones de Rusia, que no encontró la puntería en el partido, fue Bélgica la que mandó en todo el encuentro. Y lo hizo al son de un Eden Hazard que vuelve a sonreír.
El show de Eden
El talentoso atacante fue el encargado de dar el balón a Thorgan. Como si todavía estuviesen en el patio del colegio, los dos hermanos se combinaron para que el futbolista del Borussia Dortmund, con un gran derechazo, pusiese el primero.
No quiso ser menos Eden, que en un espacio de siete minutos marcó un nuevo doblete en su carrera. Primero tras una dejada de Lukaku de cabeza, con un disparo desde la frontal, y después con una contra culminada por el jugador del Real Madrid tras un gran pase de Kevin de Bruyne.
Dejó Bélgica el partido sentenciado en la primera mitad y se dedicó a sestear el encuentro en la segunda. Los de Roberto Martínez quitaron el pie del acelerador a la vez que argumentaban su victoria en una buena defensa.
Lukaku se sumó a la fiesta con un gol más de Eden que de Romelu. Desde la derecha, el delantero del Inter de Milán llegó hasta la frontal para soltar un potente disparo que sirvió para firmar el 0-4.
La reacción llegó tarde
Rusia, con 0-4 en el electrónico, tiró de orgullo para terminar con buen sabor de boca. Los de Cherchésov, con oferta de renovación en la mesa, pudieron darle a su afición una pequeña alegría.
Cayó la concentración de Bélgica y lo aprovechó Rusia para poner el 1-4 final por medio de Dzhikiya. Pudo marcar más el cuadro ruso en la recta final, pero ya era demasiado tarde como para soñar con el milagro.