Desde la pretemporada, el Villarreal siempre ha contado con jugadores lesionados o con molestias físicas que les impedían formar parte de las sesiones de entrenamiento del equipo.
Así, y aunque en algún caso sea a un ritmo menor o diferenciado respecto al grueso de la plantilla, en la sesión del jueves el técnico madrileño tendrá a sus órdenes a todos los jugadores que forman la primera plantilla del equipo amarillo.
Casos como los de los centrocampistas Bruno Soriano o Javi Fuego, han hecho que la enfermería del club estuviera siempre con inquilinos. A estos dos futbolistas, en los últimos meses se han sumado otros como Carlos Bacca, Santi Cáseres o Manu Morlanes, que se han pasado un tiempo largo fuera del equipo por lesión.
En la sesión del jueves, primera tras el regreso de todos los internacionales que han estado convocados por sus selecciones, la totalidad de los componentes de la plantilla podrá trabajar y solo Bruno Soriano lo hará a un ritmo inferior y sin completar la sesión.
Bruno, de 34 años, fue sometido a una extirpación del osteófito en tuberosidad anterior tibial de la pierna izquierda en julio de 2017 y se esperaba un periodo de recuperación de tres meses más, que a actualmente ya son 18 por diversas complicaciones que ha sufrido la lesión.