14 años de espera quizá no merezcan un título fácil y lleno de rosas. Las espinas pincharon al Djurgardens en el primer cuarto de hora, pero el nuevo campeón sueco no se desangró.
La jornada se esperaba emocionante y no defraudó. El Djurgardens llegaba a la última jornada como líder con 65 puntos. Pero el Norrkoping, quinto, se antojaba una salida harto complicada.
El sábado, a la misma hora, el Malmö, segundo con 62, se medía al Orebro y el Hammarby, también con 62, recibía al Hacken en casa. A priori, dos encuentros más asequibles que el del puntero de la tabla.
Cuando se llevaban 15 minutos disputados en los tres partidos, la tabla dio un vuelco. El segundo ganaba 0-2 y, con 66 unidades, se aprovechaba del inesperado 2-0 que le estaba endosando el Norrkoping al ex líder.
El triple empate a 65 puntos (el Hammarby se adelantó antes del descanso) dejaba primero al Malmö, seguido del Hammarby. El Djurgardens pasaba de rozar el título a la tercera plaza.
November 2, 2019
Los hombres de Kim Bergstrand intentaron reponerse y dominaron el encuentro de forma apabullante. Pero el gol no llegó y el descanso minaba la ilusión de una afición con el champán guardado desde 2005.
Sin embargo, en la segunda parte todo cambió. El Djurgardens tardó cinco minutos en recortar distancias y 15 más para igualar el encuentro con el 2-2. El estadio, con más público visitante que local, estalló con el tanto de Turay.
El Malmö acabó goleando (0-5), al igual que el Hammarby (4-1). Pero el 2-2, que se mantuvo hasta el final, hizo estériles sus abultadas victorias. Con el pitido final, se acabó la larga espera y empezó la locura.
Hubo invasión de campo por los aficionados, bengalas, llantos y mucha alegría. El técnico no pudo mantener la compostura ni ante las cámaras que lo entrevistaban Y no era para menos.
14 años habían pasado desde el último campeonato local, si bien en 2018 el Djurgardens levantó la Copa Sueca. Un gran aperitivo para digerir ahora el duodécimo título liguero de su historia.
November 2, 2019