"El campo no ayuda nada. Desde fuera se ve verde, pero dentro es un auténtico desastre. En Venezuela los campos están mejores que este. Nosostros somos un equipo técnico que quiere jugar el balón por abajo, cuando nuestro propio césped parece un campo de minas es complicado", expresó el delantero venezolano.
Los nervios están jugando una mala pasada al equipo. "Somos jugadores individualmente muy buenos, pero noto que estamos con cierto nerviosismo a la hora de jugar con el balón, para no cometer un fallo y que no nos marquen gol. Ese nerviosismo hace que a veces cometamos inprecisiones y el campo no ayuda"
A Miku no le preocupa la mala racha goleadora: "Cuando no meto gol no estoy frustrado, pero no es todo lo redondo que quisiera. En la situación en la que estamos da igual quién marque, como si se lo meten ellos. Obviamente me hubiera gustado marcar, pero me alegro por Cristaldo".