Ya hace unos días que Andrea Pirlo fue anunciado como sustituto de Sarri en el banquillo de la Juve. Y más allá de la expectación por ver a un ex jugador de su talla como entrenador, llama la atención la incertidumbre que rodea a su proyecto.
De inmediato surgieron comparaciones con jóvenes técnicos en los que su antiguo club había confiado. Es el caso de Guardiola, Zidane, Simeone, Lampard, Gattuso o Arteta, por ejemplo. Sin embargo, ellos sí que llegaban con experiencia previa.
Unos habían entrenado al filial, otros habían dirigido equipos menores, otros habían sido asistentes de otros técnicos… Pero, ¿qué ha hecho Pirlo como entrenador antes de llegar a la Juve? Lo cierto es que el currículum del '21' está completamente vacío.
Debía comenzar su carrera en el filial de la Juve esta temporada, pero Agnelli ha decidido dar un vuelco a esa situación. El presidente de la Juve, además, ha dejado sin ese codiciado banquillo a entrenadores con un historial más dilatado y unos resultados que prueban su buena mano.
El ejemplo perfecto es el de Spalletti: un entrenador con un currículum en la Serie A muy imponente, que le habría servido para dar el salto a la Juventus. También se habló de Pochettino, que tras haber llevado al Tottenham a (casi) lo más alto, podría haber tomado el mando de un club de mayores dimensiones.
Dejando de un lado el 'hype' por ver a Pirlo en los banquillos, queda la duda de si la elección de Agnelli, más allá de correcta o incorrecta, ha sido justa. Porque no es escéptico imaginar que, nuevamente, la fuerza del nombre se haya impuesto a la meritocracia.