La respuesta es no. El balón entró en la puerta del Stourbridge cuando el árbitro había comenzado a hacer sonar tres veces su silbato, con lo que, técnicamente, fue fuera de tiempo.
Los jugadores del Whitehawk fueron a reclamar al árbitro, pero no dio su brazo a torcer. La imagen de la grada, celebrando un golazo que no contó, es cuanto menos curiosa.
El empate obliga a que ambos equipos se midan de nuevo en un partido de desempate que se disputará en esta ocasión en el campo del Stourbridge.