Una vez más, el mundo del fútbol deja una estampa para olvidar y denunciar. Esta vez ha ocurrido en Brasil, en plena jornada de Copa, después de que Caxias fuese eliminado del torneo del 'k.o.' tras el 1-1 ante Botafogo.
El cuadro local reclamó con insistencia un posible penalti por mano que no fue señalado y el árbitro fue el objetivo de todos una vez que llegó el pitido final.
En medio de las habituales protestas, llegó un miembro del cuerpo técnico de Caixas para golpear primero con la pierna al juez del duelo y luego propinar una bofetada delante de varios futbolistas.
Después de eso, la Policía se vio obligada a intervenir y a proteger al colegiado, que gracias a eso pudo acudir a los vestuarios.
6 de febrero de 2020