Escuadra, cartabón y justicia en Santo Domingo. Un gol de precisión pura por parte de Nwakali obró la victoria del Alcorcón sobre el Castellón de la jornada 34 en Segunda División. Los 'alfareros' jugaron mejor y llevaron el peso del partido en su práctica totalidad.
Lo de los 'orelluts' fue un ejercicio de efectividad que, si bien valió en un principio para empatar después de que abrieran la lata los locales y más tarde para opositar al triunfo, costó la derrota. Los de Juan Carlos Garrido siempre estuvieron un pasito por detrás.
Probablemente, por la falta de lucidez en la zona de tres cuartos y más adelante. Marc Mateu careció de la inspiración que suele alimentar su juego, Gus Ledes lubricaba la medular sin terminar de romper líneas y Jorge Fernández, el mejor de los suyos, se vio demasiado solo arriba.
No ocurrió esto en el elenco de Anquela, donde no pocos se vistieron de protagonistas -Dani Romera, Nwakali, Marc Gual, Xisco, Arribas...-. El líder de la insistencia, Marc Gual, que trató de batir a Whalley de todas las formas que se le ocurrieron. Voleas, testarazos, eslálones... y, aunque abandonara el campo enrabietado porque él quería aparecer en la relación de anotadores, generó los dos goles de su equipo.
El primero contuvo la rúbrica de Xisco a los cuatro minutos del inicio. Pescó un intento de disparo del '9' y lo mandó a la red usando el exterior de la bota diestra. Lapeña evidenció aquello de que el Castellón fue más efectivo con un testarazo en el 23' para el empate y Marc apareció de nuevo en la segunda mitad para provocar una falta que Nwakali convirtió en tres puntos.
El '15' ejecutó un tiro franco directo preciso y seco que pilló desprevenido a Whalley. Tanto el cancerbero albinegro como el 'alfarero' protagonizaron acciones de mérito y, de hecho, Dani Jiménez tuvo algún susto en lo que el cronómetro pasaba de tensionar al Alcorcón a hacer oficial su victoria, que aprieta la zona de descenso y sus alrededores.