España sigue su ritmo. Supo dosificarse, rozando la somnolencia, ante una Macedonia que dispuso más ocasiones de gol de las esperadas, pero De Gea supo estar en los momentos clave de un encuentro que se decidió cuando Vitolo y Silva lograron descabalgar a la defensa rival.
La magia canaria brilla por sí misma en esta Selección. Lopetegui se dio cuenta al asistente y los resultados le están dando la razón. Juntar a Vitolo y Silva parece la mejor decisión de los últimos años en 'La Roja'. Entre los dos, concentraron casi todo el peligro del equipo español.
Morata estuvo negado, pero disfrutó de hasta cuatro ocasiones para haber visto puerta. Estuvo en casi todas, y su insistencia derivó en el 1-0. Le tapó tanto la defensa, que se acabó marcando gol en propia puerta Velkoski.
España mandaba al descanso, pero vivía presa de algunas dudas defensivas que permitieron varios sustos innecesarios. Ahí estuvo De Gea, eso sí. Salvador cuando se le requirió. Ni siquiera la falta de entendimiento con Bartra le pasó factura. En parte, por la escasez de pólvora que tiene la humilde Macedonia.
La excusa de las bajas en defensa se fue diluyendo con la magia que desprendía el ataque. Con Morata fuera de combate, Vitolo anotó el segundo aprovechando un rechace en el segundo palo. Monreal convirtió el tercero tras asistencia de Carvajal, en una maravillosa combinación de laterales.
Y España se guardó la obra de arte para el final. Silva se plantó en el área, cedió a Vitolo, que la dejó pasar con una clase tremenda para que Aduriz hiciera el cuarto casi en el primer balón que tocaba.
Había amenazado con sestear el equipo de Lopetegui tras el 2-0, pero la cabezada derivó en un arreón final que dejó el 4-0 en el marcador. Hasta hubo tiempo para que Callejón recibiera el cariño de los suyos. Los Cármenes, abarrotado, se cayó para ovacionar al motrileño. Premio merecido como pocos...
No hubo tiempo para mucho más. 10 puntitos y que siga el mano a mano con Italia. Hay grupo para rato...