Después de los primeros cuatro partidos de fase de grupos, el Atalanta solo sumaba un punto. Parecía una locura pensar en la clasificación entonces, pero los dos últimos triunfos (ante Dinamo de Zagreb y Shakhtar) dieron la oportunidad a los de Bérgamo de vivir una experiencia única.
"No tengo palabras para esta emoción única. Esto quedará en la historia del fútbol y de esta institución. Todos nosotros somos jugadores que venimos de abajo, ninguno es un campeón", recordó el atacante argentino.
"Todos nosotros somos jugadores que venimos de abajo, ninguno es campeón. Trabajamos y nos sacrificamos, sabemos lo que hemos hecho en este tiempo. Los hinchas que nos siguieron hasta aquí están locos, estamos felices por haberles podido regalar esta alegría", reconoció.
El Atalanta no dejó de creer en sus posibilidades y se metió segundo de grupo, por detrás del Manchester City, para seguir alargando su sueño en la competición de las estrellas.