Luka Modric (Real Madrid)
El croata no vivió su mejor temporada en el equipo blanco, y es que los años no pasan en balde. Sin embargo, como los grandes, supo hacer sus mejores partidos cuando más importaba, a medida que la Champions League entraba en ebullición. Acabó siendo decisivo para el título de los 'merengues'.
Toni Kroos (Real Madrid)
La brújula sin la cual se pierde el Real Madrid. El alemán dio un paso adelante y firmó una de sus mejores campañas como jugador blanco. Fue decisivo de principio a fin y ejerció una vez más de perfecto enlace entre la defensa del equipo y el ataque.
Casemiro (Real Madrid)
Ya había sido una de las revelaciones el año anterior, pero esta 2016-17 confirmó todo lo bueno que se apuntaba de él. Barrió con lo que hizo falta y una vez más demostró ser un auténtico maestro en el arte de pegar sin ser visto. ¿Quién no quiere un jugador así en su equipo?