La Champions es esa competición con la que sueña cualquier futbolista. Una copa única, valiosa por lo que significa y por lo que cuesta llegar a posar con ella. En esta edición, pocos son los grandes equipos que se han quedado fuera tras la fase de grupos. El nivel es abrumador de cara a las eliminatorias.
Más allá de todo eso, es una Liga de Campeones algo atípica. Por primera vez en la historia, el sorteo de los octavos de final lo protagonizarán únicamente clubes de las cinco grandes ligas. Un aspecto positivo para algunos, negativo para otros.
Lo cierto es que los cuatro españoles (Barcelona, Valencia, Real Madrid y Atlético de Madrid), los cuatro ingleses (Liverpool, Manchester City, Tottenham y Chelsea), tres alemanes (Bayern de Múnich, RB Leipzig y Borussia Dortmund), tres italianos (Juventus, Nápoles y Atalanta) y dos franceses (Paris Saint-Germain y Olympique de Lyon) estarán en los bombos.
No pudo pasar a la siguiente ronda el Inter de Milán de Conte, actual líder del fútbol italiano. Quizá una de las pocas sorpresas que ha deparado esta primera fase de la Champions League. Sobran alicientes para los cruces de los próximos meses.
Las cinco grandes ligas se han vuelto a ganar el respeto del fútbol europeo y, una vez conocidos todos los bombos y las posibilidades de cada uno de los emparejamientos, solo queda esperar a lo que depare la fortuna.