En unas declraciones concedidas a 'Primera Plana', Evalina Cabrera quiso recordar una anterior etapa cargada de sufrimiento y dolor: "Mis padres se separaron cuando yo tenía 13 años y ninguno se quiso hacer cargo de nosotros. Comencé a ausentarme de casa durante dos años para llamar la atención y, como seguían indiferentes, me quedé en la calle hasta los 17".
"No es lindo vivir en la calle con frío, tener hambre, ni poder ir al baño con tranquilidad... pero me sentía más cómoda ahí que en casa. En la calle encontré personas incondicionales, gente con pocos recursos, pero que siempre compartían conmigo su comida. Mis padres no supieron transmitir su amor, pero me inculcaron los valores del estudio. Con el tiempo me di cuenta de que repitieron conmigo lo que vivieron. A diferencias de ellos, yo sí tengo la capacidad para decidir que esa enseñanza no se repetirá con mis hijos", añadió.
Pero luchando poco a poco consiguió crecer y convertirse en la fundadora de la Asociación Femenina de Fútbol Argentino: "Formamos la AFFAR tras la muerte del padre de una jugadora en 2013. El club donde había jugado 14 años no la ayudó para el sepelio. No tenía recursos y varias mujeres la ayudamos para que enterrara a su papá".
"Tanto hicimos y logramos que el reconocimiento de ese trabajo llegó a la ONU, algo que nos reconforta porque en la Asociación nunca nos imaginábamos que íbamos a trabajar junto a las Naciones Unidas", explicó.
También quiso dejar claro Cabrera que consiguió salir de la calle por sus propios medios: "El fútbol no me salvó, me salvé yo sola. Lo que sí me dio el fútbol fue una conducta de vida que no podría haber conseguido en otro ámbito. Me enamoré de este deporte, pero nadie me dijo que entre la mujer y el fútbol el amor no es correspondido".
"Mis objetivos no tienen fin, yo voy haciendo y los 'no' que escucho me motivan. Me pone feliz desarrollar cosas para que otra persona las continúe. No quiero que me vean como una abanderada de nada. No soy de decir esto es sólo mío", sentenció la luchadora argentina.