Éxtasis en El Arcángel tras un final de infarto

Locura de partido en el Nuevo Arcángel entre dos de los últimos clasificados de Segunda División. Ya se preveía reñido el duelo y, efectivamente, así fue. 

El Extremadura tuvo una primera ocasión en las botas de Álex Díez, pero estuvo certero un Lavín que debutaba en Liga bajo palos.

El destino dejó que fuera Miguel de las Cuevas el que abriera el marcador, tras un disparo lejano que se coló por la escuadra derecha de la portería de Álvaro Fernández. 

Tras múltiples ocasiones por parte de ambos conjuntos, aunque con un Córdoba ligeramente superior, que tuvo las más claras, llegó el gol del empate. Enric Gallego aprovechó un saque de esquina en terreno contrario para rematar con la izquierda desde muy cerca de la portería y meter el cuero cerca del palo izquierdo.

El partido dio un giro radical a favor de los visitantes cuando el colegiado Pulido Santana le enseñó la segunda amarilla a Federicco Piovaccari al quitar el balón de los brazos y empujar en la celebración del gol a Enric Gallego. 

Minuto 39 y el Córdoba se quedaba con uno menos. Sin embargo, salió concienciado el equipo de Sandoval a la segunda mitad, llevando peligro con algunas transiciones.

Pero le pasó factura estar con diez sobre el verde y un recién ingresado Willy remontó tras controlar un envío templado de Roberto Olabe al centro del área.

Cantaba la victoria el conjunto de Juan Sabas cuando en el minuto 73 recibió una malísima noticia para sus intereses: la expulsión de Pomares. 

A partir de ahí, fue imparable el Córdoba, que marcó tres goles más en apenas 15 minutos; firmados por Sasa Jovanovic (dos) y Jaime Romero, ya en el tiempo añadido. 

El primero del serbio llegó tras una buena jugada individual en un contraataque. Jovanovic se fue de su marcador, que se durmió, y corrió desde su campo hasta la frontal del área de Álvaro Fernández para batir al cancerbero.

Pero si providencial estuvo en esta primera acción, mejor estuvo en la segunda, metiendo el balón en las redes extremeñas con un ángulo muy cerrado. 

No terminó de celebrar la afición cordobesista la diana del serbio cuando Jaime Romero puso el broche final marcando en el añadido desde el lado izquierdo del interior del área.