Durante el desconfinamiento en España, allá por el mes de mayo, Fali dijo que no jugaría por miedo al coronavirus. Se ausentó del primer entrenamiento, pero al final dio marcha atrás y se unió al equipo gracias a la ayuda de un psicólogo.
En rueda de prensa, el futbolista del Cádiz reconoció este jueves que no ha perdido el temor, pero que está sabiendo sobrellevarlo: "Sigo teniendo miedo y respeto a lo que nos está pasando. No solo nos jugamos nuestras vidas, sino también las de al lado".
"No tenemos que pensar solo en nosotros, también en todo el mundo. Tenemos que cuidarnos, y entre todos podemos hacerlo bien y salir juntos de esto. Es lo que tenemos que hacer. No solo jugamos con nuestra vida, sino también con la de los demás", explicó Fali.
Además, no se arrepiente de lo que dijo inicialmente y de acabar reculando: "No me avergüenzo de nada, estoy jugando al fútbol gracias a mi psicólogo, que fue el que tiró de mí. Si hubiese sido por mí no estaría ahora aquí. También agradecer al club y a mis compañeros que cuando me pasó todo esto no me dieron de lado".
"Ellos también se jugaron el poderse contagiar y cuando vine aquí todos me abrazaron. Siempre he dicho que le debo mucho a este club y a mis compañeros. Estoy orgulloso de estar en este equipo, porque no es un equipo de fútbol, es una familia, y a mí me ha ayudado mucho para ganar una dura batalla. Puede parecer exagerado, pero a mí me sobrepasó todo esto y gracias a ellos pude ganar la batalla", relató.
De vuelta a lo deportivo, Fali celebró la primera mitad de temporada que ha cuajado el Cádiz: "Hemos hecho una primera vuelta muy complicada, que es muy difícil jugar en Primera División, y tener 24 puntos en la primera vuelta es un número grande para nosotros. La segunda vuelta va a ser más difícil, pero ahora toca centrarnos en nuestro próximo rival, que es el Sevilla, y que hay otros tres puntos en juego".
"Somos una plantilla muy competitiva. Hay algunos jugadores que han jugado en Primera División, pero para la mayoría es nuestra primera vez. Es verdad que no tenemos esa experiencia, pero tenemos mucha ambición y ganas por tener este reto por delante y conseguir la permanencia", continuó el ahora centrocampista.
Y aparte de su psicólogo, si hay un artífice de su vuelta y de todo lo que está haciendo el Cádiz, ese es Álvaro Cervera: "A mí me ha dado la vida. Me sacó de Segunda B para jugar en Segunda y luego en Primera. Es el único que me puede quitar la vida. Le estoy muy agradecido por darme la oportunidad de jugar en Primera División. El míster ha conseguido 24 puntos teniendo a toda la plantilla enchufada y creyendo en sus ideas. Es muy difícil ser entrenador y que todos sigan el mismo camino, y Cervera lo ha conseguido".