Huesca y Celta se jugaban en el Alto Aragón algo más que tres puntos. El primero, hundido en el fondo de la tabla, necesitaba ganar para salir del 'farolillo rojo' por primera vez desde la jornada 7, la última que pasó fuera del último puesto.
El segundo, luchando por salir del descenso, quería demostrar que la victoria de la pasada jornad ano fue casual. Quisieron desde el primer minuto que fuera la razón quien dominase el juego, pero muy pronto se adueñó del fútbol el corazón.
El Huesca intentó jugar elaborando jugadas. El Celta respondió a ese fútbol con una buena defensa y contragolpe. Y la jugada le salió bien muy pronto.
En el minuto once recibió Maxi Gómez en el borde del área, se zafó de su marcador y batió a Santamaría con un disparo cruzado, pero el uruguayo estaba en posición antirreglamentaria.
El Huesca se quedó descompuesto por el susto, y en el 14', sólo tres más tarde, los gallegos encontraron el gol que por unos centímetros no llegó antes.
Otra contra, esta hilvanada por Iago Aspas y Maxi, acabó con un pase a Brais que este no desaprovechó. Pero el gol le costó caro. En el 18' tuvo que pedir el cambio por lesión. Entró Boudebouz en su lugar.
El parón por la lesión de Brais Méndez ayudó al Huesca. Los de Francisco se serenaron, aclararon las ideas y empezaron a jugar mejor que el Celta, quizá relajado tras el gol.
Francisco incluso se atrevió a mover ficha antes del descanso, sentando a Musto y dando entrada a David Ferreiro. El partido fue abriéndose poco a poco.
Las ocasiones del Huesca eran contestadas por otras del Celta. Parecía impensable que esto fuera a terminar así, pero el marcador no se movió más en el primer tiempo, pese a que terminó con un larguerazo de Boudebouz que silenció por completo El Alcoraz.
La segunda parte continuó por los mismos derroteros. No importaba el cansancio, mandaba el corazón. Había que ganar, y Huesca y Celta buscaron el gol con ahínco.
Se lo encontró el Celta, en el minuto 57, cuando Iago Aspas, el hombre que le ha cambiado por completo la cara y el ánimo a este equipo, hizo el 0-2. Parecía la sentencia para el Huesca, pero la realidad fue bien distinta.
Porque Francisco metió a Enric Gallego al campo. Iba con todo el Huesca, con Enric, con 'Chimy' y con 'Cucho'. Entre los tres crearon superioridad en ataque, superaron a la defensa celeste, y dieron vida al Huesca.
Dos minutos después de entrar, Enric recortó distancias con un acrobático remate de tijera, después de que el disparo del 'Chimy' Ávila rebotase en un rival.
Enric tuvo otras dos claras ocasiones de gol,y en el 71', ocho después del 1-2, 'Chimy' Ávila hizo el gol del empate. Dos más tarde, Pulido aprovechó un balón suelto en el área pequeña de Rubén Blanco para remontar el partido.
El Alcoraz se cayó, que no calló. Las gradas pasaron de gritar el 'sí se puede' a celebrar con euforia tres goles en apenas diez minutos. La gesta de la remontada era posible, la salvación, un sueño hasta viable.
Pero el Celta, tirando de orgullo, negándose a claudicar ante el colista, logró volver a empatar. Iago Aspas hizo su último servicio en este encuentro en el minuto 81, tras alcanzar la línea de fondo y darle un balón a Boudebouz que este estrelló en Etxeita, lo justo para despistar a Santamaría.
Tras el gol, el de Moaña se retiró con molestias, entrando en su lugar Emre Mor. Quedaban menos de diez, más el añadido. Y el encuentro no parecía destinado a terminar con un flamante empate a tres.
De hecho, el partido pudo haber vuelto a cambiar de signo. Enric Gallego tuvo otras dos en los minutos finales del alargue decretado por Cordero Vega, pero el veterano delantero, aún 'Pichichi' de Segunda pese a llevar toda la segunda vuelta sin jugar, no estuvo fino en esta ocasión.
Con el pitido final los jugadores fueron conscientes del agotamiento. Lo habían dado todo en busca de un triunfo que les fue esquivo a ambos equipos. Sumaron un punto que a estas alturas de la temporada, y más ante un rival directo por la permanencia, sabe a muy poco.
Seguirá el Huesca unos días más en el 'farolillo rojo' de Primera División, mientras que el Celta continuará en puestos de descenso, pues el Villarreal, el primero de los salvados, sigue a un punto.
Los dos equipos mirarán muy de cerca lo que ocurra el jueves en Butarque, donde juegan Leganés y Valladolid un duelo que afecta de lleno a la lucha por la permanencia de muchos equipos.