Asturias estaba de fiesta tras recuperar uno de los derbis más emotivos e intensos del fútbol español. Con El Molinón a reventar, Sporting y Oviedo se batieron en un duelo al que no le faltó de nada.
Con una lluvia intensa de fondo, los dos equipos desplegaron todas sus armas para intentar darle un alegrón que sus aficiones llevaban mucho tiempo esperando.
Golpeó primero el Sporting gracias a un tanto de Carmona, que sucedió a Villa como último goleador del derbi asturiano. El 1-0 dejó muy tocado al Oviedo, que no se reencontró hasta el tramo final de la primera parte.
Esos minutos finales escenificaron el cambio de tercio que se vería en la segunda parte. Con los de Anquela mucho mejor posicionados en el terreno de juego y llegando con más peligro a la portería de Mariño.
El premio no llegó hasta los instantes finales, cuando Toché rescató un balón suelto en el área y lo mandó a pastar hierba en el fondo de la portería sportinguista.
El delirio azulón se vivió también en las gradas, celebrando un empate que sabe a gloria. No hubo tiempo para mucho más y ambos equipos firmaron las tablas.
Todo sigue igual, pero Asturias volvió a saborear un derbi en Segunda tras muchos años de barbecho. Ese fue el mejor triunfo en medio del empate.