A pesar de haber viajado a Cuiabá (occidente) y comparecido al estadio mundialista Arena Pantanal, el equipo tomó la noche del martes la decisión de no saltar a la cancha para exigir el cumplimiento de los salarios atrasados desde julio y del pago por derechos de imagen, que no se hace efectivo desde mayo.
Los jugadores también alegan que no están siendo realizados los pagos correspondientes a contribuciones de previsión social y fondos de garantías exigidos por la legislación laboral en Brasil.
El club de Florianópolis (sur), en el que se formó profesionalmente Filipe Luis y que ha estado en Primera División en recientes temporadas de la Liga Brasileña, comunicó este miércoles que la determinación fue "exclusiva de los jugadores" y resaltó que el cuerpo técnico cumplió y estuvo presto para dirigir durante el partido.
El árbitro Pathrice Wallace Corrêa Maia y sus auxiliares se presentaron en la cancha, al igual que Cuiabá. Después de los actos protocolarios, el juez esperó 30 minutos y, con la negativa de Figueirense, decretó el W.O.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) estudia la sanción que le aplicará al club y, en caso de reincidencia, según el reglamento, Figueirense será expulsado del torneo.
Una notificación extrajudicial, que exigía el pago de los salarios y compromisos atrasados, fue firmada por 31 jugadores del equipo profesional y enviada el domingo a Elephant, empresa gestora de la administración del club.
En julio, el equipo dejó de entrenar varios días y había amenazado con no jugar ante Vitoria de Salvador. En esa ocasión, Elephant firmó un acuerdo para los pagos, pero los jugadores alegan que no ha cumplido el compromiso.
El abogado que representa a los jugadores, Felipe Rino, señaló este miércoles a la Radio CBN, de la cadena 'Globo', que "falta diálogo", pues los directivos "quieren el equipo jugando, pero no dialogan".
Con el resultado, Figueirense aparece ahora en la Segunda División en la casilla 13 con 20 puntos, a 14 del líder Bragantino de Bragança Paulista.