El lateral, que entre una contractura y una lesión muscular ha jugado uno de los últimos seis encuentros, el 0-0 con el Espanyol, progresa a buen ritmo en su puesta a punto. Aún se entrena al margen del grupo, pero ya hizo esprint, además de diversos ejercicios. El pasado viernes ya había tocado y golpeado también el balón.
Filipe aún no jugará el próximo martes en la Copa del Rey contra el Guijuelo, en el encuentro de vuelta de los dieciseisavos de final del torneo, el último partido del conjunto rojiblanco antes del parón por las vacaciones navideñas, que se prolongarán desde el próximo miércoles hasta el día 28, cuando retomarán el trabajo.