El primera en salir del Fluminense fue el técnico del primer equipo, Eduardo Baptista, que no contaba con el respaldo de la afición tras caer derrotado en dos ocasiones ante Botafogo, principal rival histórico del club brasileño.
El siguiente en salir del club ha sido el vicepresidente del equipo Mário Bittencourt, otro de los señalados por la falta de rendimiento de la plantilla.