Los miembros del 'Flying Stars' de Sierra Leona son atletas que han perdido una extremidad por culpa de las minas terrestres plantadas durante la violenta guerra civil de su país. Hoy compiten contra equipos de discapacitados de todo el mundo. Con cada patada de balón, transmiten esperanza en otros amputados a disipar el estigma social que persiste en las personas con discapacidad dentro de su sociedad.
El fútbol es el deporte más popular de Sierra Leona. Freetown, la capital, es el hogar de los 'Sierra Leone Flying Stars Amputee Football Club'. En este equipo juega el delantero Mohamed Arpía, un chico que creció amando y practicado fútbol como cualquier niño hasta los diez años, momento en que pisó una mina terrestre y perdió la pierna derecha.
Los jugadores juegan con un pie y una pierna. Así juegan los 30 jugadores del equipo de Freetown. "Nos entrenamos a tiempo completo. Nos entrenamos durante toda la semana. Cuando venimos para entrenar, tenemos algunos conos que ponemos, hacemos un poco de drible, carrera corta, patada corta, patada larga, tiro de penal, al igual que las personas sanas", explica el entrenador Bai Tarawally.
El deporte no es sólo una forma de superar su discapacidad, sino también un medio para cada uno de los atletas para hacer frente a los estigmas que existe en la sociedad sobre las personas con discapacidad. "El fútbol, especialmente el fútbol amputado, ha cambiado mi vida. Me ha sacado de la calle siendo un mendigo y me ha dado a mí y a mis compañeros mucho valor", comenta Mohamed Arpía, delantero del equipo.