Y en una alianza con el Deportivo Independiente Medellín, uno de las más tradicionales entidades del fútbol masculino en Colombia, ha conseguido citarse este año con el América de Cali en la final de de la Liga femenina del país. El título sería la consagración.
"Para todo el mundo, puede ser el título de 2019, pero para nosotras es la vida. ¡La vida entera!", expresó a 'EFE' Liliana María Zapata, quien fundó el club junto a Luz Estela Zapata.
El proyecto, que se constituyó oficialmente en 2001 con el respaldo económico de la empresa de ropa interior Formas Íntimas, surgió para acoger a mujeres que creyeron en el fútbol y buscaron "hacer la diferencia sin restricciones".
Los primeros pasos del finalista del torneo colombiano, que el martes disputará los primeros 90 minutos ante América en el estadio Pascual Guerrero, se focalizaron en convertir a sus jugadoras en las "número uno" y en llenar de trofeos al patrocinador.
"Hemos tenido la fortuna de ser prácticamente la base de las selecciones colombianas por más de una década", apostilló Liliana Zapata, de 52 años y formadora de jugadoras como Daniela Montoya, Catalina Usme y Diana Ospina, entre otras.
Con el tiempo, optaron por ir más allá de los títulos y dedicarse a formar mujeres integrales.
"Todas las jugadoras de nuestra plantilla profesional tienen la obligación de estudiar, es un requisito innegociable", subrayó Lilo, como es conocida la presidente y fundadora del club.
La rebeldía y el deseo de ir contracorriente han mantenido, en medio de dificultades e incrédulos, al club con sede en el barrio La Floresta en Medellín, donde el fútbol femenino experimenta un boom reflejado en las 380 jugadoras activas que tiene en sus filas.
"Eso no lo tiene ningún club en el mundo", afirmó Zapata, orgullosa de lo que ha construido, pues Formas Íntimas cuenta en la actualidad con niñas desde los cincos años y con cuatro programas específicos: formativo, recreativo, competitivo y profesional.
En octubre de 2016, con la creación de la Liga Femenina Profesional, el abanico se expandió para la institución que acumuló títulos en el balompié aficionado.
Se alió para los dos primeros torneos con Envigado, club en el que despuntaron James Rodríguez y Juan Fernando Quintero. Y en 2019 se unió al Medellín para competir bajo el nombre de DIM-Formas Íntimas, con 24 jugadoras, todas colombianas por una "campaña de patria".
"No tengo nada en contra de las extranjeras, pero demostramos a los directivos que en Colombia hay jugadoras, y muy buenas", dijo.
La tercera edición de la Liga Colombiana, que se inició con 20 equipos, estuvo a punto de no celebrarse por las dudas de los directivos, además de un escándalo después de que algunas futbolistas de la selecciones de mayores y Sub 17 denunciaran acoso laboral y sexual.
"Los escándalos no son buenos, pero fue un campanazo de alerta para que el país se dieran cuenta que las mujeres del fútbol están aquí y hacen las cosas bien", sostuvo Lilo.
Aunque el fútbol femenino profesional "todavía no está bien posicionado ni bien estructurado" en el país, para las pioneras Liliana y Luz Estela estar en la final constituye un capítulo cumbre en sus carreras: "Llevamos 35 años soñando con este momento".
La arquera Sandra Sepúlveda, que ha jugado mundiales y Juegos Olímpicos, dijo a 'EFE' que levantar esa copa sería un gesto de gratitud con el club, sus fundadoras y las jugadoras.
"Muchas de las que estamos acá hemos escrito con sudor esta historia", que incluye la participación en siete ediciones de la Copa Libertadores, a la que ya se clasificaron por octava vez.
"Ese es un récord continental porque ningún club ha participado tantas veces. Ni Santos ni Colo Colo", acotó Liliana, quien recordó el subcampeonato en 2013 tras caer en la final ante el São José brasileño.
Para el técnico Carlos Paniagua, que destaca una campaña de 23 puntos en los diez juegos disputados, hay "mucha felicidad" por avanzar a la final pero invitó a sus dirigidas a "mantener los pies sobre la tierra" para encarar dos juegos de alta exigencia.
A Manuela Vanegas, reciente campeona panamericana con Colombia en Lima, la final la tiene "viviendo un sueño" en una liga que ha mostrado un "nivel superior" a las anteriores.
La defensora, de 18 años, consideró que "este club (al que llegó en 2010) se merece este título".
"Ya es hora de ganar algo importante", afirmó. Dijo que será determinante el respaldo de la afición que se dejó "conquistar" por el fútbol femenino.
"Sería lindo darle la estrella a toda esa hinchada que nos ha apoyado", apuntó la jugadora, que imagina el estadio Atanasio Girardot lleno el 30 de septiembre para la vuelta de la final.