El técnico valenciano, que se hizo cargo del equipo hace menos de un mes tras la destitución de Marcelino, llegó procedente del Getafe donde acumuló, la temporada pasada, doce partidos de Liga sin ganar hasta ser destituido en la jornada 32.
A esos 12 encuentros hay que añadir los tres encuentros oficiales que ha disputado al frente del conjunto villarrealense y que se han saldado con un balance de dos derrotas - ambas ante el Mónaco en la previa de la Liga de Campeones - y un empate frente al Granada (1-1), en la primera jornada de Liga.
De esta manera para encontrar un triunfo de Escribá hay que remontarse al 17 de enero - hace siete meses - cuando el Getafe se impuso por 3-1 al Espanyol en el Alfonso Pérez.
Desde ese encuentro acumuló una racha de diez derrotas y dos empates. Curiosamente una de esas dos veces que firmó tablas fue contra su próximo rival, el Sevilla, con quien empató a uno. El mismo resultado que cosechó ante el Eibar, también en casa.
Por otra parte, no parecen los hispalenses el mejor rival para superar esta racha negativa, ya que el preparador valenciano no ha conseguido ninguna victoria en sus seis enfrentamientos ante el conjunto andaluz tanto en su etapa en el Elche como en el Getafe.