La sonrisa volvió a los labios de Fran Rico cuando saltó al terreno de juego del Nuevo Los Cármenes tras más de 800 días después de su lesión de rodilla. A pesar de su bajo ritmo, fue capaz de completar casi una hora de partido.
Mediada la segunda parte, Diego Martínez le sustituyó para que pudiese recibir el aplauso de la grada. De unos granadinista que, durante más de dos años, aún soñaban con verle con la rojiblanca horizontal.
No hubo ni un alma que no se pusiese en pie para despedir al gallego. Cuando sus maltrechas rodillas se lo han permitido, se ha convertido en el faro y guía del Granada dentro del campo.
Durante la primera campaña del regreso a Primera División, Fran y Mikel eran las anclas de los 'nazaríes'. Ahora, el gallego comienza a ver la luz al final del túnel, pero aún está lejos de volver a estar al cien por cien.
"Volver a jugar también fue un éxito del servicio médico", comentó el futbolista, aunque es consciente de que el camino aún no ha acabado. Durante el verano deberá seguir con el proceso de recuperación.
"Mi verano no va a ser como el de todos. Seguiré trabajando para tener la articulación lo más fuerte posible y llegar bien a la pretemporada", comentó en rueda de prensa tras el partido.