Y es que hay jugadores que pertenecen a un lugar y, cualquier cambio, es sólo retroceder. Eso es lo que pasó con Fran Villalba.
Su potencial en el Valencia hizo que, rápidamente, los grandes clubes quisieran hacerse con su fichaje. El Barça, de hecho, lo consiguió en 2011.
Se las prometían muy felices los azulgranas con la presencia de Fran Villalba en el campo, sin embargo, el destino o la mala suerte quisieron que el jugador no terminara de explotar.
Y, poco después, llegó su regreso al Valencia. Poco a poco, volvió a ser el que era. Ahora, varias temporadas después, hoy podría ser el día en que Fran Villalba se enfrente a su ex club, el FC Barcelona.