La ministra francesa de Deportes, Roxana Maracineanu, defendió la posición de las instancias deportivas internacionales, y en primer lugar la UEFA, contra una Superliga Europea al margen de las competiciones oficiales, que amenazaría el sistema actual, basado en la solidaridad entre clubes.
En declaraciones a la emisora de radio France Info, Maracineanu consideró este lunes que un campeonato en el que los equipos participantes no accedieran por criterios de calificación sino por motivos comerciales "sería triste para el deporte".
En un comunicado, la ministra insistió en que "un sistema sin criterio deportivo de acceso que reúna a un club VIP de unos poderosos representa no solo la negación del mérito deportivo, sino también un verdadero peligro para el mundo del fútbol".
A su parecer, ese proyecto "debilitaría gravemente el sistema actual basado en la redistribución y el mérito deportivo".
Por eso, dijo confiar en las instancias deportivas y mostró el apoyo de Francia a la UEFA y a las instancias mundiales "para preservar el fútbol de esta locura mercantil.
Este domingo, el presidente francés, Emmanuel Macron, ya se manifestó contra la idea de una Superliga Europea con una declaración del Elíseo en la que respaldó a los clubes franceses por "negarse a participar" en ese proyecto que "amenaza el principio de solidaridad y el mérito deportivo".
Para Macron, el objetivo es "proteger la integridad de las competiciones federales, sean nacionales o europeas".