Aunque el gran foco estaba en París, con la tremenda 'Fan Zone' montada en torno a lugares tan emblemáticos como la Torre Eiffel, en otros puntos clave pudo pulsarse la algarabía del país.
En otro de los focos principales, Marsella, las calles estaban atestados de aficionados celebrando los cuatro tantos de su selección.
Lyon, la cuarta ciudad francesa, fue otro de los epicentros de las celebraciones 'bleus'.
El Tour de Francia también dejó alguna estampa insólita, como la de un aficionado enfervorecido disfrazado de Spiderman.
Las celebraciones no se limitaron al suelo galo. Por ejemplo, en Madrid, la colonia de franceses que siguió el encuentro se hizo notar en la Puerta del Sol para los festejos.