Las Palmas tenía prácticamente la obligación de remontar el vuelo, aunque enfrente estuviera la gran sorpresa de este campeonato de Segunda División, con permiso del Ibiza. Sin embargo, la Ponferradina flaqueó en el cuerpo a cuerpo y lo pagó con su segunda derrota de la temporada.
El partido no pudo comenzar mejor para Las Palmas, porque en el primer minuto ya mandaba en el marcador. El encuentro comenzó con un intercambio de golpes y el de Las Palmas fue directo al mentón del equipo de Bolo.
Trató de sorprender Las Palmas con el mismo saque de centro, la Ponfe respondió con una llegada que Raúl Fernández abortó con su primera parada, y la acción acabó con el gol local, de Pejiño, tras una buena jugada de Jesé.
Aquello descolocó a la Ponfe, y Las Palmas trató de sacar provecho del desconcierto visitante. El madrugador gol no hizo cambiar a Bolo su esquema ni su plan, pero sus rápidas transiciones no tuvieron el efecto deseado.
Sin embargo, no todo fueron buenas noticias para Las Palmas. En el 17' Jonathan Viera pidió el cambio, pero no para él. Pejiño, el autor del 1-0, estaba lesionado, y aunque continuó unos minutos más, e incluso probó suerte en busca del segundo gol en su cuenta, acabó echándose al suelo y pidiendo la entrada de las asistencias.
Entró en su lugar, en el 20', Peñaranda, y el venezolano, solo cuatro minutos más tarde, marcó el segundo tanto de Las Palmas, gracias a un pase perfecto de Viera, que le dejó mano a mano con Amir, a quien batió con un disparo cruzado ajustado al poste.
El segundo gol ya empezó a pesar sobre la Ponfe. Bolo hizo ajustes, pero no haría cambios hasta el descanso. Aguantó el resultado, porque la mayoría de las acciones corrían por cuenta de Las Palmas, que llevó la iniciativa prácticamente durante todo el encuentro.
La Ponferradina apenas podía salir a la contra cuando robaba, sobre todo si lo hacía en zona de peligro. Su presión, por momentos asfixiante, apenas inquietaba a Las Palmas, que dio con la clave para sortearla sin excesivos apuros.
Y aunque el partido se calentó (Edu Espiau y Naranjo vieron dos amarillas casi consecutivas), el descanso llegó sin tener que lamentar males mayores, y sin nuevos goles, aunque no fue porque no se intentó: Naranjo cerró el primer tiempo con un voleón que Raúl Fernández repelió a las mil maravillas.
El segundo tiempo siguió un guion similar al primero, pero a menor intensidad. Los parones por los cambios y el cansancio hicieron mella en unos y otros. Las Palmas sufría menos con las salidas de su rival, pero también hacía menos daño a este.
La Ponfe por momentos trataba de meter una marcha más al juego, pero no siempre lo lograba. Los cambios de Bolo refrescaron su ataque, pero ni por esas. Ni con centros al área, ni con disparos lejanos, la Ponferradina encontraba la meta rival.
Las Palmas no fue un mero espectador, y exigió a Amir cada vez que pudo, en especial entre los minutos 77 y 78, cuando el guardameta del conjunto berciano literalmente salvó dos goles cantados.
Y cuando parecía que el partido terminaría con resultado de 2-0, una falta centrada, pero quizá algo lejana se convirtió en el gol que hizo que Las Palmas viviera hasta el pitido final en tensión.
Agus Medina le pegó a puerta, superó a la barrera y batió a un Raúl Fernández que pecó de falta de confianza en su muro defensivo. Fue a tapar el palo de la barrera y cuando quiso reaccionar, ya era tarde.
El tanto sirvió para que la Ponfe maquillara el resultado, pero no para sacar un punto del Estadio de Gran Canaria. Las Palmas logró contener el ímpetu renovado de su rival por el gol y sumó tres puntos muy importantes para la moral del equipo. A la Ponferradina le queda el consuelo de volvera coliderar, al menos por el momento, la tabla junto al Almería.