André Lambert sabía que el fin de semana de la final de la Libertadores sería complicado para él. Y es que el sabado viajaría a Lima con su padre para apoyar a su equipo, Flamengo. Pero es que el domingo a mediodía tenía que presentarse a realizar un examen obligatorio en Río de Janeiro si quería terminar graduándose.
Es por ello que, de manera metódica, calculo su estrategia: el partido comenzaba en Lima a las 15:00 hora local, las 17:00 en Río de Janeiro. Entonces, decidió hacer una combinación de vuelos muy complicada para estar en los dos lugares.
Sacó un pasaje que, tras 14 horas de escala en Montevideo, le permitiría llegar a Lima dos horas antes del partido. Y dos horas y media después del final, si terminaba en los 90 minutos, salía el avión de regreso. Decidió escoger esta opción a sabiendas de que, si había prórroga, no podía quedarse.
Una vez el partido estaba en los minutos finales y con River ganando, André decidió marcharse. No obstante, al ir bajando por las escaleras escuchó el tanto de Gabigol. Fue a abrazarse rápidamente con su padre y ahora sí, decidió partir ante la inminente posibilidad de prórroga.
Minutos después, se volvió a repetir la situación: de nuevo diana de Gabigol y André lo festejó de la manera más rápida posible y enfiló su camino al aeropuerto para llegar a Brasil al día siguiente a hacer el examen.
"Llegué a las 9.30, tomé un taxi a casa, me duché y me fui al examen. Estuve 48 horas sin dormir", contaba el estudiante.