Prometedor futbolista que comenzó su carrera en Fluminense, la corta vida deportiva de Michael Morais, también conocido como Mike, ha tenido de todo. Con apenas 18 años debutó en el 'Flu', pero pronto su carrera pegaría un cambio de rumbo drástico con su positivo por cocaína en 2013.
Joven, aceptó tomar tratamiento médico y fue sancionado por prácticamente medio año tras su recurso al CAS. Todavía en 2015, dejó de aparecer por los entrenamientos de Fluminense y pidió su libertad, ya que ya no quería ser jugador de fútbol.
Fue entonces cuando le llegó una oportunidad en el fútbol europeo con el Estoril, de tal modo que podría estar alejado de las malas influencias y las drogas. Decidió aceptar la propuesta y en 2016 estuvo varios meses cedido en el equipo portugués, aunque su falta de éxito motivó que regresara a Brasil, para esta vez ser cedido a América Mineiro.
Una nueva cesión a Boavista de Río de Janeiro parecía que le devolvía las ganas y la ilusión en el mundo del fútbol con sólo 23 años, pero a poco de ser presentado tuvo un grave accidente de coche que le mantuvo en coma durante el inicio de 2017.
Ya recuperado, afronta la última oportunidad para hacer algo con su carrera -y su vida- y jugará el Carioca en Resende, otro modesto equipo en el que empezará casi de cero.