Lo de Cerci es la historia de una carrera frustrada. Dio sus primeros pasos en la Roma, pronto se hizo un nombre en la Serie A y acabó incluso participando en un Mundial con la Selección Italiana. En este momento de apogeo fue cuando el Atleti se interesó en él. Fue el principio del fin.
Decepcionó completamente en las filas 'colchoneras'. Incluso protagonizó un vídeo viral en el que no acertó a levantar la pierna por encima de un objeto de entrenamiento. En lugar de superarlo, le pegó una patada involuntaria que lo mandó a las nubes.
Cambió de colores de la mano del Hellas Verona, donde sí que encontró una época de protagonismo, pero, de nuevo, todo fue a peor. Su aventura en el Ankaragucu le valió para regresar a Italia en la Serie B con el Salernitana y, este curso, no ha gozado de muchas oportunidades.
Ha jugado solo diez partidos de los que ha sido titular en tres. Estas cifras no solo contrastan el potencial que llegó a mostrar hace años, sino que le dejan en mal lugar, pues llegó a pedir un sueldo de medio millón de euros y su club se planteó despedirle.