"Cuando Cristiano Ronaldo llegó a Old Trafford en 2003, me pidieron que cuidara de él porque hablaba portugués. Hice lo mismo con otro portugués que llegó al mismo tiempo, Kleberson", desveló el uruguayo.
Forlán contó cómo fueron los primeros días del luso: "Cristiano, en el que nos habíamos fijado jugando contra nosotros en un amistoso, no hablaba casi nada de inglés, y nos comunicábamos por señas y utilizando algunas palabras en inglés, pero él quería aprender dentro y fuera del campo".
"Se entrenó más duro que cualquier jugador, practicando cada faceta de su juego. Si veía que un jugador hacía una filigrana que él no sabía hacer, entonces le decía que en una semana la aprendería a hacer mejor. Y así lo hacía. Los jugadores del United, que se entrenaban todos los días en un ambiente ultra competitivo, quedaron impresionados de lo seguro que se mostraba de sí mismo", añadió.
Por último, argumentó la razón del éxito del madridista. "Tenía un talento increíble cuando llegó al United y seis años después se fue al Madrid aclamado como el mejor jugador de Europa. Su objetivo era conseguir la excelencia física y mental. Su éxito no se debe a la suerte o a un talento heredado, sino a su duro trabajo como futbolista", finalizó.