No fueron pocos los que, después de que Sadio Mané viera la tarjeta amarilla por soltar el brazo sobre la cara de Sime Vrsaljko, pidieron la segunda por una acción idéntica al final de la primera mitad.
Todo el banquillo 'colchonero' y sus jugadores sobre el campo saltaron a pedir la expulsión del futbolista del Liverpool, pero Marciniak consideró que no era necesario mostrar la amonestación.
Quien sí cargó contra el árbitro fue Paulo Futre. El ex rojiblanco se acordó de la expulsión que sufrió el Fernando Torres ante el Barcelona en los cuartos de final de 2016.
"Viendo la segunda amarilla que le mostraron al 'Niño' en su día, esto da que pensar...", publicó en su cuenta persona del Twitter.
18 de febrero de 2020